lunes, 14 de mayo de 2012

MI HIJO ADOPTIVO


Todos los sábados me acompaña “mi hijo adoptivo” me lo deja una amiga muy querida. Las razones por las que se queda conmigo no quiero ni tengo la autorización para exponerlos por lo que no haré referencia de ello, solo que al igual que Mika, mi “hijo adoptivo” también esta dentro del espectro autista.

Pero más que hablar de él, quiero dejar registro de las actitudes y sobre todo las preguntas que Mika, me hace sobre él.

No me gusta definir al autismo por niveles, así que no diré que P.  es leve, moderado o severo, pero si tiene (por el momento) menos habilidades que Mika. Una estereotipada (movimiento de manos) muy marcada que hace que tengamos que estar constantemente controlando. Y un amplio vocabulario pero que aún no utiliza funcionalmente. Pero entiende y se da cuenta de todo, mientras uno lo redirige; le resulta super comodo “estar en su mundo”, por ello el trabajo con él es de 24 horas.

Cono dije al inicio estoy con el parte del sábado. Junto a Mika lo llevo a la escuela de música, de allí regresamos a casa y su mami lo recoge. En las horas que esta con nosotras, Mika esta pendiente de todo lo que hace. Cuando empieza a inquietarse y a realizar movimientos estereotipados Mika me dice: Mamá dile a P. pórtate bien así como se comporta Micaela. Yo le digo a P. Por favor pórtate bien y ella me dice: No dile como Micaela que se porta bien.

También me ha hecho preguntas “complicadas” en las que me he quedado en silencio por un momento, buscando la respuesta, más acertada. Preguntas como:
Mamá, ¿ porque P. no habla y hace ruidos extraños?
Mamá ¿porque P. mueve sus manos como mueven sus aletas las focas que trabajan en el circo?
Pasó saliva y a la primera pregunta le respondo: Hace ruidos extraños porque a veces no puede hablar, pero el esta aprendiendo y por ello igual que tú va a terapia de lenguaje. Y por ello es necesario que tú y yo le enseñemos a hablar.
A la segunda pregunta respondí: es que mueve sus manos porque esta muy alegre. Y esa es la forma de demostrarlo, por eso es necesario que el aprenda a alegrarse con una sonrisa y en esto también tenemos que ayudarlo.

El día de ayer corrí a hablar con la psicóloga de Mika para que evalúe si eran correctas mis respuestas. Y me dijo que si me habla de las conductas inadecuadas de P. también tengo que sacar a relucir sus fortalezas. De tal manera que ella entienda que las personas a su vez tienen cosas positivas y negativas y que es importante hacer hincapié sobre todo en la primera.

En fin cada día me sorprendo más de las enseñanzas y las lecciones que ha traído consigo  la condición de mi hija y  cada vez confirmó que mi hija puede ser diferente pero no inferior.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Jamás un niño o niña es inferior cielo, son todxs iguales, con distintas capacidades como le llamamos en mi provincia. No se hace división, mientras hablamos de las capacidades distintas desde pequeñxs van aprendiendo 'lxs normales' a observar sus carencias y aptitudes.
Solo en el carnet de obra social, figuran como discapacitadxs, espero que algún día se cambie, porque no lo son.

Me encanta tu actitud, de tener a un niño en la casa, es bueno para Mika :)
Será que en mi hogar siempre hubieron niños y niñas, inclusive hoy: son hijxs de amigxs de mis chicas. Eso palió en su momento mi deseo de tener más hijxs, ahora soy abuela-tía...abrazos enormes y lo que le contestes a tu niña siempre estará bien.

En mi familia hay autismo y mucho más dijo...

Me sigue sorprendiendo lo similares que son Mika y mi hija Gloria. Gloria acude a un centro de terapia donde hay muchos niños diferentes. Ella pregunta igual que Mika, ¿por qué tal niño no sabe hablar? ¿Por qué tal otro hace ruidos?... Es consciente de las diferencias de los demás, pero todavía no de las suyas. Hay que explicar con mucho cariño y con mucha delicadeza, pero deben saber. Un abrazo.