jueves, 20 de octubre de 2011

EDUCACION INCLUSIVA: BUSCANDO UNA VACANTE - II PARTE


Al día siguiente de recibida la carta notarial, la directora del colegio llamó a mi marido para que fuéramos al colegio porque quería una reunión con nosotros.

Como pusimos en la carta, teníamos la mayor apertura y predisposición para hablar con ella sobre el tema. Sabemos que hay leyes que amparan a Mika, ya que durante varios días junto a mi marido habíamos revisado la legislación vigente. Fuimos a la UGEL (Unidad de Gestión educativa Local) correspondiente y nos entrevistamos con algunas autoridades quienes nos comunicaron las acciones a seguir en casos en que no se incluyera a niños con diversidad funcional, asimismo me comunique con una abogada que ve el tema de discapacidad en la Defensoría del Pueblo, quien nos alertó que caminos debíamos tomar y que podía hacer esa institución en casos de discriminación. También nos entrevistamos (no por ese caso específico) con un representante del CONADIS (Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad) y cuando hablamos específicamente del tema de la inclusión educativa, me comunicó también como esta institución podía ayudar en casos como este.

Con toda la información disponible fuimos a la reunión, nos recibió la directora y desde el primer momento quiso dejar en claro que el colegio que dirigía no era un colegio donde se diera acciones de discriminación y nos solicitaba que por favor sacaremos esa idea de nuestra cabeza, nos dijo que teníamos razón de estar molestos, porque a su entender el proceso de admisión no se había llevado de acuerdo a los estipulado y que nos pedía disculpas por el mal rato de nos había hecho pasar. Que se había “empapado” del caso, que había leído todo el expediente de Mika incluyendo los informes de los profesionales que se nos solicitaron. Y nos dijo que al contrario, lo que ellos pensábamos eran que nosotros éramos el tipo de familia con que el colegio siempre quiere trabajar, esto es padres preocupados por el bienestar de su hijo. Y que lo comunicado por la psicóloga se debía, a que ellos pensaban que el grupo que se estaba conformando no era el adecuado para Mika, Porque ellos cuando aceptan a un niño en inclusión es porque realmente se preocupan en atender sus necesidades educativas.

Cuando terminó de hablar empezamos nosotros, dejamos en claro que al igual que lo expresado en la carta nosotros sentíamos que la decisión de no aceptar a Mika se debía específicamente a su condición. También le dijimos que durante la primera entrevista con las personas que evaluaron a Mika, que una de ellas mostró toda la predisposición para que nuestra hija ingresara mientras que la otra señorita todo lo contrario, mientras que la primera enumeraba las bondades y la conveniencia de incluir a Mika, la otra las deficiencias y las inconveniencias de su inclusión y más cosas por el estilo. Además que la primera evaluación grupal fue en dos temas que aún son el talón de Aquiles de Mika: habilidades sociales y seguimiento de reglas de juego, y si nuestra hija se había mostrado algo nerviosa era porque no se le había preparado y mucho menos anticipado. Y lo que habían podido ver era el tope de sus conductas inadecuadas y más de ello no iban a ver.

Después seguimos hablando, coincidiendo en algunas cosas y en otras no tanto, claro que nuestros argumentos estaban basados en cuestiones estrictamente legales. Creo que se dio cuenta que no éramos unos improvisados en este tema, que conocíamos muy bien los derechos de nuestra hija y que sin inconveniente íbamos a proceder legalmente. Fuimos respetuosos, aunque por primera vez vi a mi marido confrontacional, usualmente es al contrario, la que me enfrento abiertamente soy yo; el es sumamente diplomático, tal vez mi posición era que podíamos batallar sin ofuscarnos porque nuestros argumentos eran más sólidos, pero nuestra posición siempre fue respetuosa, segura y (sin querer pecar de soberbia) sumamente consistente.

Finalmente la directora nos dijo que dos niños con necesidades educativas especiales que inicialmente iban a estar en el salón de Mika ya no iban a estar (no especifico las rezones y nosotros tampoco preguntamos) y que esto abría la posibilidad de que Mika pudiera ingresar al colegio.

Convenimos que Mika iba a seguir la evaluación, eso nos permitiría que conocieran a Mika y de ser aceptada (no lo sabíamos aún y me cuestioné después porque no lo preguntamos directamente), además de que ambas partes tuvieran la in formación suficiente para sentarnos a conversar sobre los objetivos que se trabajarían con ella el siguiente año. Y por nuestra parte modificar o validar los objetivos que actualmente tenemos con Mika. ............. Continuará

1 comentario:

Rehabilitación Personal dijo...

Espero que mika pueda estar en ese colegio sin estar aprueba y lo aun mas importante es que la traten bien y no la vayan a discriminar pues ante todo es un persona, una nena bella y hermosa.

Saludos